Asociación Nuevo Horizonte

LA ESPIRAL, grupo de teatro experimental

La mejor manera que hemos encontrado de transmitir lo que significa este proyecto de teatro, la hemos encontrado en las palabras que sus componentes escribieron para el tríptico de la obra representada en el 2011; “30 minutos de 35 mm”;

“La espiral que surge de la espiral.

Hay muchos grupos de teatro experimental pero ninguno como el nuestro. Hay muchas maneras de decir las cosas pero pocas lo hacen sin emplear palabras…Hay tantas cosas que decir…

Usamos movimiento, manos  y miradas. Gestos y códigos, nuestros códigos. La espiral surge por la necesidad de expresar y de renombrar el mundo desde nuestro mundo. Hacemos teatro sí,  ¿por qué no?

Y lo hacemos así, a bocajarro, sin titubear. Somos adultos y en el escenario estamos libres.

Con “La Espiral” nos ponemos la escafandra y decididos exploramos el mundo de las emociones. Que no nos emocionen las mismas cosas que a ti, no significa que no nos emocionemos.

Para 30 minutos de 35mm hemos trabajado mucho y nos hemos divertido mucho y ojalá os llegara parte de todo eso, ojalá os hiciéramos sentir la mitad de la ilusión, del esfuerzo y de la implicación que nosotros sentimos con este proyecto.

Empezamos a funcionar hace 4 años… Superando ando, ando superando (2008), El principito (2009), Próxima parada…(2010), 30 minutos de 35mm (2011) y el mundo de la esdrújulas llanas (2012).

Empezamos con ganas y con miedos, el grupo cambió y cambió y seguirá cambiando, el grupo crece y nosotros crecemos, ahora somos más, ahora sabemos más y sentimos lo que es el teatro. Nosotros hacemos el guión.

Podría hablar por aquí de una metodología, fundamentación, objetivos… Todos ellos existen también. Pero prefiero hablar de la casquería del proyecto, de la parte más visceral. ¡¡¡¡¡ Corazón, lacrimal, labios de media luna, dolores de tripa por los nervios, cabezas pensantes y cabezas paseantes, esfuerzos, golpes, abrazos, miradas, “ordenydesorden”, caos y creación!!!!!

 

Nosotros queremos que el teatro rompa nuestra escafandra para que se oiga nuestra voz, queremos formar parte del teatro porque es universal y tiene que ser para todos y de todos. Porque nos permite jugar a ser otros, a ser nadie concreto, a ser alguien en especial, nos deja jugar, soñar y estar simplemente transmitiendo, proyectando o en nuestro caso transformando realidades en nuestra realidad.

Con nuestro calidoscopio particular enfocamos para ver, para luego transmitir, pero no pretendemos transmitir lo que tu esperas o quieres ver, ¡¡¡no!!! Queremos y transmitimos lo que nosotros queremos, sentimos, experimentamos y somos”.